Sigue el camino de baldosas

Els Rajolars Oliva, Valencia.

Oliva fue un importante núcleo productor de azulejos y baldosas de barro cocido para pavimentar, revestir o construir viviendas, piezas que fueron apreciadas en toda España por su calidad. Aquella industria era heredera de un legado milenario de tradición cerámica y alcanzó su máximo esplendor a mediados del siglo XX, pero su declive empezó entrados los años setenta. En 1910 había siete fábricas en pleno funcionamiento. Llegaron a existir hasta 30 a ambos lados del paseo de “els Rajolars”. Hoy sólo sobrevive un horno activo. El resto son naves abandonadas y viejas chimeneas que continúan desafiando al cielo a pocos kilómetros del mar.

El interés de la zona de “els Rajolars” radica en la cantidad de fábricas similares ubicadas en una misma zona, lo que conlleva la existencia de otras tantas chimeneas de ladrillo, de unos 40 m de altura, que generan un paisaje urbano único e icónico, muestra viva del desarrollo vivido a mediados del siglo XX en nuestro país y de una evolución industrial acaecida patrimonio de gran valor.

En la actualidad la amplia mayoría de las fábricas hace muchos años que permanecen cerradas pero no se ha llevado a cabo ninguna unidad de ejecución y la zona va degradándose poco a poco, poniendo su pervivencia en grave peligro de extinción. Partimos de un lugar con una fuerte carga histórica, patrimonial y emocional para el municipio. Esta zona no se puede quedar fija e inmóvil, pero lo lógico es que intente conservar sus rasgos más relevantes y su identidad. No podemos pretender que esta zona siga siendo un lugar de uso industrial, pero tampoco deberíamos permitir que se pierda este recuerdo fuertemente arraigado.

Para reconstruir nuestra cultura, hay que conservar el patrimonio.

COLABORACIÓN
Carolina Piqueres

FECHA FALLO DEL JURADO
Octubre 2019